
El Propósito: es la razón profunda que impulsa a un emprendedor a crear y sostener un proyecto. No se trata solo de ganar dinero, sino de aportar algo valioso a las personas y a la sociedad. Cuando un emprendedor tiene claro su propósito, sus decisiones tienen dirección, su trabajo cobra sentido y su marca personal refleja autenticidad. Emprender con propósito significa construir un negocio que sea rentable, pero que también deje una huella positiva.
La Importancia está en que guía todas las decisiones, mantiene la motivación, atrae el talento y conecta al emprendedor con su público, porque cuando se trabaja con un propósito claro, no solo se busca ganar, sino también generar un impacto positivo en los demás.
Marca personal es la imagen, impresión o percepción que las demás personas tienen de ti por lo que haces, cómo lo haces y lo que representas.Incluye tu manera de comunicar, tus valores, tus habilidades y la huella que dejas en otros. Es lo que te diferencia y te hace memorable, ya sea como profesional o como emprendedor.
Aspectos Clave de la Persona Emprendedora:
Nivel Personal: es la marca personal es la manera en que los demás te perciben: tu forma de ser, tus valores, tus habilidades y la impresión que dejas en quienes te rodean. Es lo que te distingue como persona y lo que hace que otros te recuerden.
Nivel profesional: se refiere al ámbito relacionado con tu trabajo, tu carrera y tus capacidades como trabajadora o profesional.
Nivel social: Es su red de contactos (networking), su reputación y cómo se conecta con otras personas o comunidades.
Estos tres niveles tienen una relación entre sí, porque un emprendedor necesita tanto su motivación personal, como sus conocimientos y sus relaciones para crecer. Juntos forman su marca personal, que refleja quién es, qué sabe y cómo se relaciona con los demás.
El público es el conjunto de personas a quienes va dirigido un producto, servicio o mensaje. Son quienes necesitan, desean o pueden interesarse en lo que ofrece el emprendedor.
Los tres aspectos clave son:
Motivos: Son las razones profundas que llevan al público a buscar una solución. Pueden ser prácticas, emocionales o sociales. Conocer estos motivos ayuda al emprendedor a conectar mejor con su audiencia.
Necesidades: Son las carencias o deseos que las personas quieren satisfacer. Pueden ser claras o más escondidas. Un buen emprendimiento no solo cubre necesidades, también puede descubrir nuevas.
Expectativas: Son las ideas que el público tiene sobre lo que espera recibir: calidad, precio, atención, facilidad de uso, etc. Superar esas expectativas crea confianza y fidelidad.
Conocer bien al público ayuda al emprendedor a conectar mejor y adaptar su marca personal a los valores de esas personas, creando confianza.
Un proyecto emprendedor es una iniciativa que nace de una idea y que busca convertirse en un negocio capaz de generar valor. Incluye la planificación de objetivos, recursos, estrategias y acciones para transformar esa idea en una propuesta real que resuelva una necesidad o problema en el mercado.
Sus componentes clave son:
La idea base, que da origen al proyecto.
Los objetivos, que indican hacia dónde se quiere llegar.
El alcance, que define los límites y lo que se hará o no.
Los recursos, como el equipo, el dinero y la tecnología disponible.
El cronograma, que ordena las actividades en el tiempo.
Los riesgos, que son los posibles problemas que deben anticiparse y manejarse.





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